jueves, 11 de febrero de 2010

7.8 CRISIS DE AFGANISTAN




La crisis de los rehenes en Irán, se desarrolló en un periodo de 444 días, durante el cual el nuevo gobierno surgido tras la revolución iraní, tomó como rehenes 66 diplomáticos y ciudadanos de los Estados Unidos de América (EE.UU.).[1] La crisis empezó el 4 de noviembre de 1979 y duró hasta el 20 de enero de 1981.

El presidente estadounidense, Jimmy Carter, inmediatamente aplicó presión económica y diplomática sobre Irán: las importaciones de petróleo de Irán se cortaron el 12 de noviembre, de 1979, algunos iraníes en EE.UU. fueron expulsados (aunque muchos de ellos no tenían ninguna relación con la crisis o con el nuevo gobierno iraní), y alrededor de 8 mil millones de dólares en activos iraníes en EE.UU. se congelaron el 14 de noviembre de 1979.



En febrero de 1980, el gobierno iraní hizo públicas sus demandas a cambio de la liberación de los rehenes. Exigían la vuelta del antiguo Sah a Irán, aparte de algunos gestos diplomáticos como el reconocimiendo de las acciones que EE.UU. había tomado en Irán (incluyendo el golpe de estado apoyado por EE.UU. contra el primer ministro Iraní en 1953) y la promesa de no volver a interferir en el futuro.
Reagan declaró: "Los rehenes no debieron estar cautivos seis días, mucho menos seis meses."



Resolución de la crisis En 1980, la muerte del Sah (el 27 de julio) y la invasión de Irán por parte de Iraq en septiembre hizo a Irán más propenso a la resolución de la crisis de los rehenes.
En EE.UU., Carter perdió en noviembre de 1980 la reelección presidencial en beneficio de Ronald Reagan. La mayor parte de los analistas creen que los errores de Carter al intentar solucionar la crisis desempeñaron un papel importante en su derrota.[4]

La Cámara de Representantes estadounidense dirigió un mensaje a Irán instándole a reconsiderar el problema de los rehenes. El Parlamento contestó que EE.UU. debía asumir las responsabilidades financieras y económicas derivadas de las acciones de Mohammad Reza Pahlevi: devolución de los fondos del Sah, cancelación de las demandas contra Irán, descongelamiento de los cuantiosos fondos iraníes en bancos estadounidenses y la promesa de no intervenir en los asuntos internos iraníes. Ronald Reagan, el candidato presidencial republicano, aseguró que aceptaría tres de esas condiciones y dejaría la decisión sobre los fondos a nombre del Sah en manos de los tribunales.

Los rehenes fueron enviados a la base aérea de Fráncfort del Meno en la RFA, donde fueron recibidos por el ya ex-presidente Jimmy Carter (como emisario de la administración Reagan), y desde allí tomaron un segundo vuelo a Washington DC, donde recibieron la bienvenida como héroes.

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